Contenidos
Capítulo 5: Sé el primero en recibir el próximo capítulo: ¡suscríbete ahora!
Sigue la historia. Suscríbete para enterarte de todas las novedades.
Cuando pensamos en las ciudades de los Países Bajos, a menudo se nos vienen a la mente Ámsterdam, Rotterdam o La Haya. Sin embargo, a solo una hora de Ámsterdam se encuentra Breda, una encantadora ciudad donde me instalé tras mudarme de Alemania.
Mi aventura como hotelera comenzó cuando mis padres vinieron de visita y necesitaba encontrarles un lugar donde alojarse. Así fue como descubrí el hotel boutique más bonito de Torenstraat: The Bliss. Con solo nueve suites de lujo y un ambiente acogedor, era un sitio único donde se sintieron como en casa desde el primer momento.
The Bliss Boutique Hotel.
Siempre he tenido un talento para recibir a los demás. Me encanta crear un ambiente donde la gente se sienta bienvenida y a gusto. Así que cuando supe que The Bliss estaba en venta, una vocecita en mi cabeza susurró: "¿Y si es mío? Solo son nueve habitaciones, ¿qué tan difícil puede ser?"
Al principio, me sonó un poco broma. No tenía experiencia en gestión hotelera y pensaba que no habría forma de que me aceptaran la ofera. Pero la idea se quedó dando vueltas en mi cabeza, y cuanto más lo pensaba, más se sentía como una oportunidad que no podía dejar pasar. Así que, con una mezcla de emoción y nervios, decidí dar el salto y presentar una oferta.
Para mi sorpresa, ¡la oferta fue aceptada!
Mi primera reacción fue: "¿Qué acabas de hacer?"
Pero luego, todo cobró sentido.
Me detuve en el parque frente a The Bliss y comencé a observar: el hotel, la energía del barrio, y me di cuenta de que este lugar era realmente mío. No era solo un edificio; era el comienzo de algo que podía moldear y hacer crecer. En ese instante, supe que estaba lista para este nuevo capítulo de mi vida.
Factores clave que guiaron mi decisión de compra
- Ubicación privilegiada: The Bliss estaba ubicado en pleno centro de la ciudad, lo que lo hacía ideal para atraer tanto a viajeros como a visitantes espontáneos.
- Clientela establecida: El hotel ya contaba con buenos contratos comerciales y una base de clientes recurrentes, lo que me daba un excelente punto de partida.
- Encanto boutique: Con solo nueve suites de lujo, ofrecía una experiencia exclusiva que justificaba un precio más alto por las habitaciones.
- Consejos de confianza: El apoyo y los consejos de mi padre hicieron que la decisión no solo se sintiera alcanzable, sino que también me confirmaran que estaba dando el paso correcto.